Bien es sabido que en Canarias los anfibios están escasamente
representados y han sido introducidos por los humanos en tiempos
históricos. Sin embargo, en Europa hay muchas especies diferentes (más
de 70), la gran mayoría de ellas autóctonas del viejo continente.
Incluso, dentro de esta fauna anfibia hay elementos endémicos de gran
interés científico, ya sea de islas mediterráneas (por ejemplo Cerdeña o
Baleares) o de determinadas regiones que funcionan como “islas
ecológicas” debido a sus peculiaridades orográficas, climáticas, etc.,
como es el caso de las sierras andaluzas.
Los únicos anfibios existentes en Canarias son tres especies de anuros
(grupo que incluye ranas, sapos y sapillos): la rana común norteafricana
(Pelophylax saharicus), la rana común (Pelophylax perezi) y la ranita
meridional (Hyla meridionalis). La primera se halla tan solo en Gran
Canaria, mientras que las dos restantes se localizan en la práctica
totalidad del archipiélago, si bien su distribución y abundancia son muy
variables en función de la isla. Adjuntamos aquí fotos de la rana común
y la ranita meridional, ambas tomadas en Tenerife.
En cuanto a las especies continentales europeas, nuestras imágenes
muestran sendos ejemplares de sapo común (Bufo bufo), fotografiado en la
región de Umbria (Italia), y de rana bermeja (Rana temporaria), hallado
en las afueras de Viena (Austria). Se trata de otros dos anuros
bastante extendidos por muchos países -incluyendo España-, y que por
tanto no es raro encontrar en el campo durante la época apropiada.
Textos y fotos Rubén Barone