Es bien sabido que los perenquenes o gecos presentes
en Canarias son de actividad crepuscular y nocturna, siendo muy raro
observarlos a plena luz del día, salvo que se levanten piedras o se examinen
otro tipo de refugios donde suelen ocultarse, como grietas en muros de piedras
y edificaciones. Sin embargo, a veces hay excepciones, como la observada por
uno de nosotros hace poco en un enclave del macizo de Anaga, en Tenerife. Hacia
el mediodía, y con un sol algo velado por nubes dispersas, se pudo comprobar
cómo al menos cuatro o cinco perenquenes de Delalande (Tarentola delalandii) no solo se asomaban a la parte exterior de
las grietas de un muro de piedras, muy expuestos, sino que permanecían un buen
rato quietos a plena luz, probablemente practicando la termorregulación, al
igual que hacen los lagartos durante el día.
En este sentido, se debe tener en cuenta, al
observar un tipo de comportamiento inusual en dichos reptiles, que la razón que
conduce a los perenquenes a salir hacia la entrada de sus refugios en momentos
de gran incidencia de luz solar podría estar relacionada con el clima, en una
zona situada a casi 600 m de altitud, sujeta a frecuentes vientos frescos (los
alisios del nordeste) y con una nubosidad media o alta dependiendo de la época
del año. Si a ello sumamos que las temperaturas del período invernal y
primaveral de 2018 han sido relativamente bajas durante la mayor parte del
tiempo (e incluso se dice que han estado en intervalos inferiores a los de un
período que abarca varias décadas recientes), se explicaría más fácilmente el
porqué de tal conducta.
Este fenómeno ya había sido observado -e incluso
filmado- con anterioridad en idéntico sitio por parte de otros naturalistas. Lo
que sorprende, en este caso, no es únicamente que se trata de un hábito que
adoptan varios individuos presentes en un mismo punto, sino que algunos de
ellos permitían un notable acercamiento al observador sin inmutarse, siendo por
tanto posible tomar fotografías de cierta calidad a escasos centímetros de los
animales, tal y como demuestran las imágenes adjuntas.
Texto y fotos: Rubén Barone Tosco.