La ranita meridional (Hyla meridionalis) es más bien escasa y se encuentra muy localizada en las dos islas más orientales de Canarias, Fuerteventura y Lanzarote, al contrario de lo que ocurre en otras ínsulas del archipiélago (p. ej. Tenerife o La Gomera), donde es abundante y muestra una amplia distribución.
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| Ranita meridional (Hyla meridionalis). Rubén Barone |
Durante tres viajes recientes realizados a las citadas islas, dos a Fuerteventura (junio de 2015 y mayo de 2016) y uno a Lanzarote (abril de 2016), tuvimos oportunidad de detectar la especie en distintas zonas durante la noche, mientras realizábamos escuchas y observaciones de aves rapaces nocturnas y de alcaraván común. Así, en Fuerteventura pudimos oír ranitas meridionales croando en Villaverde y La Oliva, ligadas a sendos estanques. Por otra parte, tuvimos noticia de que en esta última localidad habían sido introducidas por un habitante local en fechas recientes. La presencia de este hílido no se limita al municipio norteño de La Oliva, puesto que en años previos la hemos detectado igualmente en áreas como Tefía (Puerto del Rosario), situada en el centro-norte, o Vega de Río Palmas – Las Peñitas (Betancuria), localizada en el centro-oeste, a lo que debemos sumar otras zonas constatadas por distintos observadores, tales como Casillas del Ángel y el barranco de la Herradura, en el municipio de Puerto del Rosario, Pájara o Gran Tarajal (Tuineje).
En cuanto a Lanzarote, la encontramos en cierta abundancia en una charca situada bajo la presa de Mala, así como en Máguez y en un punto entre Arrieta y Haría, las tres localidades sitas en el término municipal de Haría (norte de la isla). En cambio, nunca la escuchamos más al sur, si bien es cierto que aquí escasean notoriamente los estanques, charcas y presas, lo cual hace muy complicado su expansión por la geografía conejera. Sin embargo, sorprende mucho su presencia en una charca del islote de Alegranza, que constituye el enclave más septentrional de Canarias en el que se ha citado esta especie. Además, en los años 80 del pasado siglo se citó para una plaza pública de Arrecife, y también hay datos para el valle de Tabayesco (Haría), sitio en el que no pudimos detectar nada en abril de este año, pero donde se han observado y escuchado ejemplares en años recientes.
En suma, se trata de un anfibio que muestra una distribución muy limitada en el sector más oriental del archipiélago canario, tal y como ya señalaban distintas publicaciones especializadas sobre la herpetofauna canaria. Este hecho, como resulta evidente, guarda una estrecha relación con la gran escasez de hábitat adecuado en ambas ínsulas.
Rubén Barone Tosco
NOTA: Mi más sincero agradecimiento a Domingo Trujillo, Gustavo Tejera y César-Javier Palacios, por su información sobre la especie en las dos islas abordadas.
