La
isla de Fuerteventura alberga tres especies autóctonas de reptiles, todas ellas
endémicas del sector más oriental del archipiélago canario (Lanzarote,
Fuerteventura e islotes asociados); se trata del perenquén rugoso o majorero (Tarentola angustimentalis), la lisneja (Chalcides simonyi) y el lagarto
atlántico o de Haría (Gallotia atlantica).
En
una reciente visita a esta ínsula y al islote de Lobos, realizada en junio de
2015, tuvimos oportunidad de observar y fotografiar dos de estos reptiles, el
perenquén rugoso y el lagarto atlántico, de los que se adjuntan sendas
imágenes. En cambio, no pudimos encontrar a la lisneja, ya que esta especie
requiere de una búsqueda muy exhaustiva y es harto difícil de localizar,
teniéndose que recurrir en ocasiones a métodos de detección indirectos, como el
hallazgo de restos en “pinchaderos” o despensas de alcaudón real (Lanius meridionalis koenigi) y en
egagrópilas de cernícalo vulgar (Falco
tinnunculus dacotiae), tal y como ha descrito una publicación reciente. Sin
embargo, gracias a una conversación con un vecino de La Oliva supimos que en
fechas no muy lejanas se habían hallado varios ejemplares en dicha localidad,
con motivo de las obras de desmonte de unos muros.